Revista
Latinoamericana de Psicoterapia Existencial. UN ENFOQUE COMPRENSIVO DEL
SER. Ao 15 - N 29 Octubre
2024
Seccin Ensayos y Revisin
Anlisis de las guerras de hoy, desde una mirada
filosfica y desde el sentido de vida de Viktor Frankl
Analysis of
today's wars, from a philosophical perspective and from the meaning of life of
Viktor Frank
Julie Paola Lizcano Roa
Bogot, Colombia
Resumen
En este artculo se indaga y se analiza sobre
el concepto de guerra referido por Viktor Frankl y
otros filsofos. La guerra es una realidad social que precisa ser estudiada
cientficamente; de la ignorancia, al igual que sucede en cualquier enfermedad,
no se desprende nada bueno. Estas guerras, adems, se presentan como resultado
de problemas relacionados con el acceso a los recursos o su distribucin y un
sentimiento de inseguridad, de amenaza tanto desde el exterior como desde el
interior al haberse fragmentado la comunidad en grupos (tnicos, religiosos,
etc.) como frmula de autoproteccin.
Palabras clave
filosofa, guerra, sociedad
Abstract
This article investigates and analyzes the
concept of war referred to by Viktor Frankl and other philosophers. War is a
social reality that needs to be studied scientifically; Nothing
good comes from ignorance, as happens in any disease. These wars, in addition,
arise as a result of problems related to access to resources or their distribution
and a feeling of insecurity, of threat both from the outside and from the
inside as the community has fragmented into groups (ethnic, religious, etc.) as
a self-protection formula.
Keywords: philosophy,
war, society.
Resumo
Este artigo investiga e analisa
o conceito de guerra referido por Viktor
Frankl e outros filsofos. A guerra uma realidade social que precisa
de ser estudada cientificamente;
Nada de bom vem da ignorncia, como acontece com qualquer doena. Estas guerras, alm disso, surgem
como resultado de problemas relacionados com o acesso aos recursos ou a sua distribuio
e um sentimento de insegurana, de ameaa tanto de fora como de dentro, uma vez que
a comunidade se fragmentou em grupos (tnicos, religiosos, etc.) como frmula de autoproteo.
Palavras-chave
filosofia, guerra, sociedade.
Introduccin
Canta, oh diosa, la
clera del Pelida Aquiles;
clera funesta que caus infinitos males a los aqueos
y precipit al Hades muchas almas valerosas de hroes,
a quienes hizo presa de perros y pasto de aves
-cumplase
la voluntad de Zeus- desde que se separaron disputando el trida,
rey de hombres, y el divino Aquiles. Cul de los dioses promovi entre ellos
la contienda para que pelearan?
La Ilada, Canto I
La guerra no puede seguir pensndose con la
simple definicin de enfrentamiento armado entre dos o ms partes o en el
mencionado criterio, negativo, de que la guerra es la ausencia de paz; ya que
se deja a un lado todas las prcticas de tipo psicolgico, sociolgico, tico,
poltico y jurdico que activan con facilidad su ejercicio. Pues no generan una
idea racional de cmo se despliegan los contrincantes para vencerse entre
ellos; ni dicen nada acerca de la magnitud de los daos fsicos, psicolgicos,
sociales, culturales, religiosos, polticos, etc. que ella causa; tampoco dicen
cmo la guerra interviene en el transcurrir de la historia de un pas o una
nacin ni en la disposicin humana para realizarla; y finalmente, no hablan de
lo trgico que puede llegar a ser para la existencia humana. (Reinel, 2004)
La definicin a la pregunta sobre qu es la
guerra? debera tener una pretensin antropolgica-filosfica y pragmtica en
la que se tenga en cuenta el factor humano como las principales causas que
generan las guerras y sus motivantes, tratando de atender as los aspectos
polticos y fenomenolgicos. Por ejemplo, Karl Von Clausewits
(1999) en su libro De la guerra hace una analoga entre la guerra y el duelo
y a su vez toma la guerra como una accin encaminada a lograr el dominio de la
voluntad del vencido por parte del vencedor. Donde la ejecucin del duelo va
encaminada a generar lesiones contra el honor de la otra persona que slo
pueden repararse con la muerte, ya sea fsica o por humillacin del ofensor, lo
cual significa su muerte como ser poseedor de dignidad.
Es muy importante para destacar en aquel
incidente del duelo, la necesidad de tener una identidad entre los
contrincantes al momento del combate, identidad de la cual deba ser reconocida
de hecho y obligaba, en lo moral, a la lealtad con la promesa voluntariamente
hecha en el acuerdo, y a obviar cualquier injuria al retado, confirindole al
duelo ese aire de linaje. El tutor o padrino obraba como testigo de la pureza
de los hechos y era quien tena la potestad de sealar socialmente a quien
cometiera actos en contra de los rituales de la caballerosidad; quien as lo
hiciere se vera sometido al despojo de ciertos privilegios de los que gozaba
al ser titular del linaje que posea (Bertrand, s.f).
En este sentido le doy la razn a Clausewits.
Quiero pensar en el concepto de guerra en
trminos de conflicto, deseando que dicha situacin no durar
muchos aos, pues pensado en trminos psicosocioemocionales,
nada bueno puede esperarse de ella y, menos an puede esperarse que de una vez
declarada esta, haya una solucin a corto plazo. Esta puede trascender
fronteras geogrficas e incluso generacionales. La guerra hace parte del actuar
humano, es una de las variadas formas que tenemos de relacionarnos y
comunicarnos, lo que permite pensar que las personas de alguna forma pueden
ejercer control sobre sus propias acciones y as como iniciaron la guerra
podrn disponerse a darle fin en cualquier momento. Por ello, la guerra tambin
est dada por hechos sociales, y no por individuos, que por razones de dominio
se enfrentan los unos a los otros, donde no aparece por voluntad unilateral de
algn individuo deseoso de hacerla, pues cuando una guerra surge o estalla se
convierte obligatoriamente en un hecho social del que nadie puede escapar, ni
eximirse, ni siquiera alejndose o desplazndose voluntariamente. (Reinel, 2004)
Por otro lado, la guerra, no solo es un hecho
militar, sino tambin poltico, que comprende la redefinicin del orden social
o la configuracin de un nuevo orden poltico, Hannah Arendt
(1973) seala a este propsito que lo que hace de un hombre un ser poltico es
su capacidad de accin; le permite unirse a sus semejantes, actuar
ordenadamente y alcanzar objetivos en los que jams habra cavilado. Sumado a
lo anterior, la guerra implica muestras de la capacidad decidida del uso de la
violencia para hacer valer sus pretensiones, ya sea para el ataque o para la
defensa, utilizando recursos lcitos e ilcitos, morales o inmorales, que estn
a su alcance con el fin de cumplir con sus propsitos, para ello afinarn sus
mentalidades y destrezas. De all que la guerra sea un acto violento, por ende,
se habla de acciones que tienen como consecuencia la destruccin de
infraestructuras materiales, culturales, econmicas y sociopolticas para el
sostenimiento de una civilizacin. (Martnez, 2016)
Finalmente, la guerra en trminos
psicolgicos y antropolgicos es una tragedia, por la destruccin de los bienes
materiales, las muertes, los lisiados, los hurfanos, los desplazados, el impacto
medioambiental, etc. Esto sugiere que la guerra no ha dejado ni dejar de hacer
parte, como afirma Clausewits (1999), de la cadena de
las debilidades humanas, mientras que la paz no dejar de hacer parte de las
esperanzas o aspiraciones en momentos de comprensin del sin sentido de una
situacin de conflicto armado. As se hacen necesarias las prospecciones de un
mundo en otras condiciones, se hace imprescindible la utopa de la paz
duradera, aunque esto ignore, en alguna forma, el carcter trgico y
contradictorio de las interacciones humanas.
Las guerras de hoy
Son muchas las guerras que recorren hoy el
mundo, por ejemplo, est el conflicto ms nombrado en los noticieros en los
ltimos meses y es la guerra entre Ucrania y Rusia; por el momento Ucrania ha
resistido a los ataques de los rusos, gracias al valor de estos y a la ayuda de
Occidente, pero ha pasado ms de un ao desde que comenz la guerra y an no se
vislumbra el final de esta. El Kremlin ha hecho ataques areos contra Ucrania,
y muchas zonas han sido inhabitadas, pues uno de cada tres ucranianos ha sido
desplazado durante el ltimo ao. Hasta el instante, hay pocos asomos de que
Kiev o Mosc vayan a dar marcha atrs.
La guerra en Ucrania ha tenido repercusiones
en crisis de todo el mundo, su impacto ha sido especialmente agudo en el sur
del Cucaso. Han pasado dos aos desde su ltima guerra por Nagorno-Karabaj,
Armenia y Azerbaiyn y estas parecen enfocadas a un nuevo enfrentamiento. El
ejrcito armenio no ha reabastecido sus tropas ni su armamento, ya que Rusia,
su tradicional corredor de armas, carece de suministros. Azerbaiyn, por el
contrario, se fortalece. Y su ejrcito prevalece varias veces al de Armenia,
est excelentemente equipado y cuenta con el apoyo de Turqua. A mediados de
mitad de ao, las tropas azerbaiyanas se apoderaron de Nagorno-Karabaj, incluso
de algunas de sus montaas y a su vez de Armenia.
Asimismo, est la guerra iran; las masivas
protestas contra el rgimen, y su suministro de armas a Rusia han dejado a la
Repblica Islmica ms abandonada que nunca en los ltimos diez aos, preciso
mientras se gesta una crisis por su programa nuclear. Las protestas que
revuelven el pas han esbozado la amenaza ms larga y concluyente para la
autoridad de la Repblica Islmica desde el Movimiento Verde de 2009. Decenas
de jvenes, encabezadas por mujeres y estudiantes que rechazan el uso
obligatorio del hiyab, han tomado las calles en
trances de desafo contra el rgimen. En respuesta, el gobierno iran ha
asesinado a cientos de personas, entre ellas nios y nias. Miles de personas
estn en la penitenciara, muchas de ellas sometidas a terribles inmolaciones.
En este hilo, las capitales occidentales,
despavoridas por la represin interna de la Repblica Islmica e iracundas por
el suministro de armas a Rusia y vil presin de sus electores locales que
atacan a cualquiera que recomiende dialogar, se preocupan comprensiblemente de
que un dilogo con Tehern pueda proveer un salvavidas al rgimen. Sin embargo,
hasta ahora han optado por no cortar completamente los contactos, en parte
porque algunos necesitan negociar la liberacin de rehenes, pero principalmente
teniendo en cuenta la amenaza nuclear. Debido a las tensas relaciones actuales,
las trazas o expectativas de que algunas conversaciones puedan desactivar la
crisis nuclear parecen lejanas. Es difcil que los manifestantes salgan ganando
si la crisis nuclear llega a un punto crtico, es ms probable que el asediado
rgimen logre desviar la atencin en casa y ejercer un control an ms duro.
Sigue la guerra de Yemen. Una tregua de abril
entre los rebeldes hutes y el gobierno
internacionalmente reconocido del pas, respaldado principalmente por Arabia
Saudita y los Emiratos rabes Unidos (EAU), expir en octubre. No han vuelto a
haber combates significativos, pero ambos grupos se preparan para volver a la
guerra. En noviembre de 2021, los hutes, que
controlan gran parte del nororiente de Yemen, parecan estar cerca del triunfo.
Si hubieran logrado tomarse la ciudad de Marib y las
instalaciones cercanas de petrleo y gas, habran ganado la guerra por el
norte, habran conseguido los fondos que tanto necesitaba su Estado y marcado
el fin del gobierno del entonces presidente Abed Rabbo Mansour Hadi.
Su ofensiva se evit cuando fuerzas afiliadas a EAU expulsaron a los hutes de territorio estratgico en Marib
y la vecina Shabwah en enero de 2022. Los hutes respondieron con ataques transfronterizos con
misiles y drones contra EAU y Arabia Saudita.
El peligro de continuacin de la guerra es
preocupantemente alto. Algunos del bando de los hutes
se inclinan por otra ofensiva, aunque por ahora, a pesar de que probablemente
sean ms fuertes que sus rivales, los hutes carecen
de fondos y sus fuerzas estn debilitadas. Otra posibilidad es que lleguen a un
acuerdo con los saudes sobre el pago de salarios, prorroguen la tregua y
utilicen el dinero y el tiempo para reagruparse. Algunos lderes hutes esperan lograr un acuerdo ms amplio con Riad que
implique la salida saud del conflicto y consolide el estatus de los hutes como fuerza dominante en Yemen. Pero un acuerdo de
este tipo, al ignorar los intereses de muchas facciones contrarias a los hutes que ya se quejan de haber sido excluidas de las
conversaciones bilaterales, podra sumir a Yemen en una nueva fase de guerra.
Incluso con los saudes fuera, parece poco probable que los hutes
puedan invadir fcilmente todo Yemen como los talibanes lo hicieron en
Afganistn.
Otras de las guerras ms letales de la
actualidad es la que se vive en Etiopia. Las hostilidades estallaron a fines de
2020 cuando las fuerzas de Tigray se tomaron una
serie de bases militares nacionales en la regin, citando que se estaban
adelantando a una intervencin federal. Durante dos aos de enfrentamientos, la
balanza se inclin de un lado a otro. Una tregua en marzo de 2022 ofreci un
respiro. A fines de agosto, se rompi y se reanud la guerra. Las fuerzas federales,
de Amhara y de Eritrea volvieron a superar las defensas de Tigray.
El nmero de vctimas ha sido abrumador.
Investigadores de la Universidad de Gante en Blgica estiman que entre 385 mil
y 600 mil civiles han muerto por causas relacionadas con la guerra hasta
mediados de 2022. Fuentes de ambos bandos afirman que cientos de miles de
combatientes han muerto en enfrentamientos. Todas las partes estn acusadas de
atrocidades; las fuerzas de Eritrea han dejado un rastro de devastacin
particularmente cruel. La violencia sexual ha sido rampante, utilizada de
manera estratgica para humillar y aterrorizar a los civiles. Durante la mayor
parte de la guerra, Addis Abeba bloque a Tigray,
suspendi los servicios de energa, telecomunicaciones, todos los bancos y
restringi el suministro de alimentos, medicinas y otros productos.
Burkina Faso, Mal y Nger no parecen lograr
que las insurgencias islamistas retrocedan. Los lderes occidentales, cuya
participacin militar durante la ltima dcada ha hecho poco por detener la
violencia, parecen no saber cmo responder a los golpes de Estado en Burkina
Faso y Mal. Mal sufri dos golpes de Estado, en 2020 y 2021. El Estado est
prcticamente ausente en el extremo norte. All, militantes vinculados al
Estado Islmico y a Al-Qaeda luchan entre s y contra rebeldes no yihadistas, que son predominantemente tuareg, una comunidad
que se extiende por gran parte del Sahel. Los
rebeldes tuareg firmaron un acuerdo con Bamako en 2015, con la ilusin de ganar
un lugar en el ejrcito y en la delegacin de poderes. Pero ahora, al sentirse
abandonados, algunos rebeldes podran considerar conveniente unirse de nuevo a
los yihadistas. Ms al sur, en el centro de Mal, la
lucha que enfrenta a las fuerzas malienses y a mercenarios rusos del Grupo
Wagner contra los militantes parece estancada y marcada por abusos de derechos
humanos por ambas partes.
Desde el asesinato del presidente Jovenel Mose en julio de 2021,
Hait ha estado paralizado por la inestabilidad poltica y la violencia de las
pandillas. Los servicios pblicos han colapsado y el clera se est propagando.
La situacin es tan mala que algunos haitianos dependen ahora de tropas
extranjeras, a pesar del terrible legado de la liberacin del pas. Muchas pandillas
controlan la mitad del pas. Asaltaron la capital, Puerto Prncipe, bloquearon
carreteras y establecieron un reinado de terror, utilizando la violencia para
castigar e intimidar a los residentes, a veces utilizando la violencia contra
nios de hasta diez aos. G9, el grupo de pandillas ms grande est dirigido
por el famoso miembro Jimmy Barbeque Chrizier. La mafia haitiana existe desde hace dcadas y
frecuentemente se la asocia con polticos. Sin embargo, su poder ha aumentado
enormemente desde la muerte de Mose. El resultado
fue un desastre humanitario. La mitad de la poblacin, 4,7 millones de
personas, se enfrentan a la inseguridad alimentaria y se sospecha que unas
veinte mil personas pasan hambre. La dificultad de los trabajadores
humanitarios para llegar a los centros de salud y la falta de agua potable han
provocado el resurgimiento del clera. Segn el ltimo informe de la Organizacin
Mundial de la Salud, entre principios de octubre y principios de diciembre se
observ en ms de 13.000 personas y 283 personas murieron, pero probablemente
sean muy pocas.
Pakistn est entrando en un ao electoral de
divisin poltica a medida que el ex primer ministro Imran
Khan aumentando asi el
apoyo pblico contra el gobierno y el ejrcito. El ao pasado, un tercio del
pas se vio afectado por graves inundaciones, que afectaron a uno de cada siete
paquistanes; 20,6 millones de personas todava necesitan asistencia
humanitaria. Una estimacin fiable sita el dao total y las prdidas
econmicas en 31.200 millones de dlares, y an se necesitan al menos 16.300
millones de dlares para la recuperacin. Los segmentos ms vulnerables de la
poblacin son mujeres y nias, que se encuentran entre los ms vulnerables y
continan disminuyendo debido a su acceso limitado a la educacin, los mercados
de ingresos y la atencin mdica. Mientras tanto, vuelve a ser el turno de los
guerreros islmicos. Los ataques de militantes contra las fuerzas de seguridad
han aumentado en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, en la frontera con Afganistn. El aumento se
debe a la aceptacin por parte de los talibanes de combatientes paquistanes en
Afganistn y a los intentos fallidos de Islamabad de llegar a un acuerdo con
los militantes en consulta con los talibanes.
Por aadidura, un punto muy importante entre
Estados Unidos y China, parecen estar enfrentados, ya que Washington busca
mantener su posicin preeminente en la regin y Beijing busca la unidad con la
isla. Las cosas se intensificaron el verano pasado cuando la presidenta de la
Cmara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi,
visit Taipei, la capital de Taiwn. Como
congresista, Pelosi no informa al presidente
estadounidense Joe Biden
(cuya administracin supuestamente recomend no realizar la visita). Sin
embargo, no sera sorprendente que Beijing viera su visita como una fuerte
seal de apoyo a Taipei y una razn para debilitar el
compromiso de los Estados Unidos. La poltica de China. En respuesta, ha realizado
ejercicios militares sin precedentes en todo Taiwn y ha enviado buques de
guerra y aviones a la "Lnea Central", la frontera oficial de las
actividades militares chinas en Taiwn durante dcadas.
Finalmente, Biden
parece consciente del peligro. A pesar de sus preocupaciones sobre la
prestacin de ayuda militar a Taiwn, se le inform cuando se reuni
personalmente con el presidente chino Xi Jinping en
la cumbre del G-20 en noviembre. Asegur a Xi Jinping
que la poltica estadounidense no ha cambiado. Xi Jinping
tambin le dijo a Biden que China contina luchando
por la unidad pacfica.
Las guerras de hoy: Una
mirada filosfica y desde el sentido de vida de Viktor
Frankl
Si piensas en el concepto de guerra en la
filosofa y en el pensamiento de Viktor Frankl,
esperaras que las caractersticas de la guerra pudieran entenderse en su mente
y tal vez pasar tiempo pensando en ello. Este psiquiatra y filsofo viens que
escribi: "Qu hermoso puede ser el mundo!" tras perder a su familia
en los campos de concentracin del rgimen nazi. Y, aun as, nada podra
destruir la fe de Frankl en el pueblo:" Al hombre se le puede arrebatar
todo, excepto una cosa: la libertad ltima del hombre - elegir su propio comportamiento
en diferentes situaciones - elegir su propio camino". (Frankl, 1979)
Por eso debemos mirar a las personas con
respeto. Slo as entenderemos que la actividad mental es la base de nuestra
naturaleza. El neurtico por ejemplo no
interpreta la vida, pero una mente sana puede ver que el significado no es una
realidad objetiva sino la culminacin de un proyecto individual, algo que se
desarrolla libre y racionalmente. La construccin permite a las personas
afrontar grandes emergencias sin perder las ganas de vivir. El hombre no est
sujeto al libre albedro ni a las influencias ambientales, como es un ser
inteligente, puede actuar como desee y desarrollar compasin hacia sus
semejantes y respeto y compasin hacia otros seres vivos. Si no hubiramos
trascendido la biologa y la sociedad, seramos simples autmatas,
desarrollados por mtodos no reaccionarios y abstractos como el psicoanlisis.
Frankl, se refiere al futuro y a la
posibilidad de desarrollar metas y objetivos, la logoterapia supone que el
objetivo ltimo del hombre no es la bsqueda de placer o poder, sino el deseo
de interpretacin. La bsqueda del sentido de la vida, no de los instintos,
sino como un elemento fundamental que las personas viven y mueren de acuerdo
con sus pensamientos y valores.
La logoterapia comparte esa conviccin.
Frankl (1977) profundiza la reflexin de Nietzsche, que cuando se acepta la
imposibilidad de reemplazar a una persona, se advierte en toda su magnitud la
responsabilidad que el hombre asume ante su existencia. El hombre que se hace
consciente de su responsabilidad ante el ser humano que le espera con todo su
afecto o ante una obra inconclusa no podr nunca tirar su vida por la borda.
Conoce el porqu de su existencia y podr soportar casi cualquier cmo. El
equilibrio psquico no reside en la ausencia de tensiones, sino en la tensin
entre lo que somos y lo que queremos ser. Sin ese conflicto, caemos en el vaco
existencial. La esencia ntima del ser humano es su capacidad para enfrentarse
con responsabilidad a su finitud, vinculndola a una finalidad. El sufrimiento
se hace tolerable cuando adquiere un sentido, como cuidar a un enfermo, ayudar
a los ms necesitados, o en caso de una guerra ayudar a los desvalidos y
desplazados.
La felicidad es como una mariposa. Cuanto
ms la persigues, ms huye. Pero si vuelves la atencin hacia otras cosas, ella
viene y suavemente se posa en tu hombro. La felicidad no es una posada en el
camino, sino una forma de caminar por la vida (Frankl, 1979). Si la representacin
del fracaso nos inspira un temor patolgico, hay ms posibilidades de fracasar.
La angustia atrae los fallos y descalabros. Si sentimos una impaciencia
infantil, obsesionndonos con un objetivo, perderemos la calma necesaria para
triunfar. Siempre debemos estar alertas a rernos de nosotros mismos, pues el
humor nos relaja y nos ayuda a controlar nuestras emociones. El neurtico cae
en un crculo vicioso porque es incapaz de relativizar sus problemas y
contemplarlos con cierta irona. La logoterapia subraya la libertad de la mente
humana para superar condicionamientos y determinaciones. El hombre es hijo de
su pasado mas no su esclavo, y es padre de su porvenir (Frankl, 1979). La
persona no es una cosa entre las cosas, sino un sujeto racional. No se coarta
en existir, sino que decide. Transformar tambin es una forma de decidir, pues
implica una reelaboracin de la meta establecida. La libertad solo es verdadera
cuando est ligada a la responsabilidad. En definitiva, la logoterapia es una
psicologa humanizada, que reivindica la dignidad del ser humano, artfice de
la Tradicin y protagonista de su propia historia.
Que reflexin tan profunda hace el maestro
Frankl acerca de lo que es capaz el ser humano evidentemente respecto a la
guerra nos habla del odio, la muerte, la aniquilacin de toda persona de su
derecho a la vida no solo individual sino la que apunta al bien comn que
invita a la libertad, el dilogo y caminar juntos desde el encuentro que nos
humaniza en nuestra realizacin de persona. Olvidarse del llamado a la vida es
no tener en cuenta la dignidad del respeto a cada persona cuando esto ocurre el
hombre se vuelve objeto de las situaciones, se lo ve desde la utilidad como
algo desechable, descartable. Es ponerlo en el lugar ms bajo, como una pieza
de un engranaje para llegar no al beneficio comn sino el de la maldad humana
que es el propio inters sin importar la muerte de tantas vidas inocentes,
nios, jvenes que son el futuro o la de los ancianos que son el sostn de valores
vividos que construyen sentido en la gran familia ecumnica que es la
humanidad.
Puede ser que el hombre este tan ciego para
no mirar al otro desde el sentido y el amor? Cuando se toma esta actitud
orientada a la muerte es cuando el ser humano se llena de supremaca se siente
como Hades en el Olimpo dios del mundo subterrneo y de los muertos. Un mundo
subterrneo donde se prepara toda una guerra durante aos desde lo escondido
para dar el golpe mortal, clavar el aguijn que destruya a toda la humanidad
solo por su propio inters que es plasmar su propia maldad inspirados en el
mundo de Ares el dios de la guerra. Cuando el hombre se endiosa se vuelve
delirante, fantico, porque no hay transcendencia no hay mbito de encuentro
solo hay narcisismo que se encierra matando a los dems y a l mismo.
Dejando a un lado el pensamiento de Viktor Frankl y entrando a otras disciplinas; La guerra es
la hybris (en griego hbris),
la desmesura, el arrebato, la pasin tantas veces ligada a la enfermedad. El proceder desmedido de muchos hroes clsicos los convierte en estereotipos, en patrones que
encarnan distintos factores polemolgicos, adems de
casos paradigmticos del psicoanlisis, como recogera
Freud en sus trabajos. Griega es la contraposicin
entre violencia (bios) y justicia (dik) y tambin la asociacin entre paz (eirene) y justicia (dik).
(Fraga, 1962)
Del estudio de la guerra se ocupar la Polemologa, trmino acuado en 1945, por un pacificador,
el socilogo francs Gastn Bouthoul; su cometido
consistira, segn sus palabras, en el estudio objetivo y cientfico de las
guerras como fenmeno social susceptible de observacin. Frente a ella se
encuentra la irenologa que etimolgicamente
significa el estudio de la paz. Para alcanzar este fin, la Polemologa
se presenta como una ciencia social de naturaleza interdisciplinar, con todos
los rigores asociados a la palabra ciencia y con todos los complejos del
apellido social. Como asegura Cousin:
Cuando
la idea de un pueblo ha caducado, este pueblo desaparece y est bien as; pero
no cede el lugar sin resistencia: de ah la guerra. Hay que alabar y sublimar.
El subyugado siempre se merece serlo; acusar al vencedor y tomar partido en su
contra es tomar partido contra la Humanidad y quejarse del progreso de las civilizaciones (Verstrynge,
1979).
La guerra no tiene sentido en s misma; tiene
una finalidad y un sentido poltico, es la poltica quien marca el para que
de la guerra. Y en este sentido la naturaleza de los fines est afectada por la
naturaleza de los medios. El medio es la guerra; si la guerra es brutal,
desmedida, sin lmites, probablemente los fines polticos se vern afectados
por la brutalidad y la falta de medida. Una guerra total da paso a una victoria
total, pero tambin a una derrota total (Gonzlez Martn, Andrs et al, 2008).
De lo mostrado hasta ahora se deduce que, al
ser las guerras causales, para acabar con ellas hay que hacerlo de modo
transversal y embestir las causas que las provocan. Por esta razn, la utopa
de acabar con las guerras implica simultneamente una tautologa, hacerle la
guerra a la guerra y una contraditio in terminis pues, dada su naturaleza instrumental, se
precisa de una fuerza restrictiva que debe ser, como mnimo, de un nivel
equivalente al propio de las guerras en s, en palabras de Clausewits:
La
guerra no puede separarse de la vida poltica; y siempre que esto ocurre en
nuestro anlisis de la guerra, se destruyen los
numerosos vnculos que conectan los dos elementos y
slo nos queda algo intil y carente de sentido (Clausewits,
1999).
Por ejemplo, en el legado nietzscheano las
figuras retricas inspiradas en la guerra aparecen en primer plano y con
proliferacin imparable, pues se aplican con diversos propsitos a las
relaciones entre individuos, entre religiones, valores y filosofas, entre
instintos, pulsiones y deseos, entre teoras, estilos y escuelas, etctera,
ampliando as el campo de lo que son violentos combates entre estados,
naciones, razas o clases sociales a causa de determinados programas militares,
polticos y religiosos. (Howard, 1987).
La utilizacin de los trminos guerra y
guerrero como complejo arsenal metafrico, usado para calificar al ser humano
y, en especial, al espritu que ha llegado a ser libre, se halla en varios
textos nietzscheanos, puesto que, como dice el filsofo refirindose a s mismo
en La genealoga de la moral, hemos nacido para una existencia subterrnea y
combativa. El horizonte que en l dibuja Nietzsche no presenta como elementos
ineludibles de la realidad humana los sangrientos horrores de la guerra.
Incluso suea con Estados que prefieran desaparecer antes que inspirar odio o
temor.
Con todo, resulta reconfortante que un
filsofo como Nietzsche que jams adopt los sentimientos de las almas bellas
abjure de las ansias de conquista y de la presencia supuestamente legtima de
los ejrcitos nacionales y apunte con suficiente claridad hacia un porvenir y
en una direccin que conduce a la paz, a una genuina paz real que se
expresa en gestos, actitudes y palabras, e incluso indique para ello un camino
que conseguira suprimir las organizaciones militares, cortas de vista,
despreciativas y mendaces. No obstante, Nietzsche es poco explcito al respecto
y parece insinuar un milagro que descienda de las alturas, y que provoque una
especie de conversin del sentimiento, de total cambio de actitud, en el seno
de un pueblo disciplinado y victorioso que ya haya dejado por completo de tener
miedo, de saberse amenazado o de odiar por sentirse inferior a sus vecinos (Llinares, 2006).
Finalmente, Mary Kaldor
(s.f referenciado por Llantn, 2021) resalta que los
nuevos conflictos o guerras presentan mltiples facetas; en ellos el plano
militar es uno ms de los concernidos, pero no necesariamente el ms relevante,
razn por la que el mbito de la defensa se ha diluido en otro concepto ms
amplio, la seguridad. La guerra es difcilmente abarcable en la medida en que
es un hecho poltico y social; la forma de aproximarse, la referencia adoptada
y el plano en que se lleve a cabo, condiciona indefectiblemente el resultado de
cualquier estudio (Llantn, 2021).
Conclusiones
Este artculo presento un anlisis sobre la
naturaleza de la guerra, teniendo como apoyo la opinin de filsofos como Viktor Frankl, Carl von Clausewits,
Nietzsche, Kant, entre otros, donde se establece que la guerra es un elemento
determinante en la organizacin poltica, econmica y social, y, de hecho, da
una gran importancia estratgica a los conflictos de baja intensidad, a los que
sealan como un peligro inevitable de la vida moderna. Estos autores adems
resaltan que el mundo cambia, pero consideran que el cambio pasa por la
cultura. Tomando como base la cultura, estos autores explican los fenmenos
sociales que provocan el cambio y entre ellos, est la guerra. Sin embargo,
sostienen que, debido a que nadie est dispuesto a aceptar los costos humanos
de las guerras, en tanto es absolutamente injustificable por la razn moral,
representa, por as decir, la encarnacin de toda la perversin humana; no
puede ser un valor, sino un signo o una fuerza de la degradacin.
Segn Kant, aunque las guerras son las vas
que conducen al progreso, a la integracin definitiva de los pueblos, la guerra
es un instrumento de la naturaleza, por s mismo no es un avance, es un retroceso,
pero no deja de ser un recurso para llegar a la finalidad suprema de la paz
perpetua.
Esto sugiere que la guerra no ha dejado ni
dejar de hacer parte, como afirma Clausewits, de la
cadena de las debilidades humanas, as se hacen necesarias las prospecciones de
un mundo en otras condiciones, se hace imprescindible la utopa de la paz
duradera, aunque esto ignore, en alguna forma, el carcter trgico y
contradictorio de las interacciones humanas.
Finalmente, los estudios sobre la guerra van
cobrando cada vez ms importancia y se conforman como uno de los elementos ms
importantes de las investigaciones cualitativas y cuantitativas. Poco a poco
van surgiendo mayores publicaciones sobre el tema y se presentan diferentes
lneas de investigacin que permiten ampliar las perspectivas, as como tener
una concepcin ms amplia de este tema de estudio; segundo, existe la
posibilidad de entender la guerra positivamente en funcin de cmo se ha
regulado; y tercero, tanto las guerras o conflictos internacionales, civiles e
incluso aquellas que se dan en el interior de nuestro ser como personas
presentan diferentes alternativas para abordarlos. El que actuemos de una forma
u otra es responsabilidad nuestra. Lo que importa es que podemos transformar
los conflictos poniendo fin a la espiral de violencia y facilitando una espiral
de paz. Como consecuencia, necesitamos de una buena educacin, conocer las
historias de nuestras naciones y de nuevas prcticas que acostumbren a las
nuevas generaciones a utilizar estas nuevas alternativas.
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Curriculum:
Psicloga de la Universidad Santo Toms. Diplomada en aplicaciones clnicas
del modelo fenomenolgico existencial del Instituto Colombiano de Logoterapia y
anlisis existencial. Especializada en pedagoga y docencia de la Fundacin
Universitaria del rea Andina. Ganadora del premio Pablo Rispo de psicologa,
2014. Mg. en Psicologa clnica y de la salud de la Universidad Atlntico de
Barcelona y Universidad Internacional Iberoamericana de Mxico. Coordinadora de
la Revista DiversidadEs de la Fundacin DiversidadEs. Autora de diversos artculos y del libro
Anlisis existencial en la escuela de la Restriccin al encuentro creativo,
Lgrimas furtivas y Polo a Tierra.
Correo de contacto:
Fecha de entrega: 14 de mayo de 2024
Fecha de aceptacin: 18 de julio de 2024
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