Revista Latinoamericana de Psicoterapia Existencial. UN ENFOQUE COMPRENSIVO DEL SER.A�o 15 - N� 30 � Abril2025

 

Secci�n Ensayos y Revisi�n

Tendencia actualizante en terapia centrada en la persona

Revisitando a Carl Rogers

 

Actualizing Tendency in Person-Centered Therapy

Revisiting Carl Rogers

 

Alejandro L�pez Mar�n
Chile

 

Universidad Motolin�a del Pedregal, M�xico

Espacio ECP - N�cleo de Estudios y Formaci�n en Terapia Centrada en la Persona, Chile




 

Resumen

La tendencia actualizante es uno de los conceptos esenciales en terapia centrada en la persona, sin embargo, suele ser conceptualizada de forma err�nea en diversas ocasiones. El prop�sito de este art�culo es hacer un recorrido hist�rico de esta noci�n en la obra de Carl Rogers, para comprender el concepto con mayor profundidad, y a la vez aclarar confusiones o distorsiones en su definici�n. Para finalizar se discuten algunas reflexiones te�ricas para seguir profundizando e investigando.

 

Palabras claves

tendencia actualizante, Carl Rogers, psicolog�a humanista, terapia centrada en la persona, enfoque centrado en la persona.

 

Abstract

The actualizing tendency is one of the essential concepts in person-centered therapy, but it is often mistakenly conceptualized. The purpose of this article is to provide a historical overview of this notion in the work of Carl Rogers, to understand the concept more deeply, and at the same time clarify any confusions or distortions in its definition. Finally, some theoretical reflections are discussed to further deepen and investigate this concept.

 

Keywords

actualizing tendency, Carl Rogers, humanistic psychology, person-centered therapy, person-centered approach.

 

Introducci�n

El enfoque centrado en la persona desarrollado por Carl Rogers tiene como premisa esencial la idea que las personas tienen una tendencia innata para desarrollar sus potencialidades y orientarse al crecimiento, que llama tendencia actualizante (Rogers, 1959/1985). La realizaci�n de las potencialidades estar� influenciada por las condiciones del entorno y las relaciones interpersonales, no as� la tendencia. En cuanto a la

 

 

labor del profesional que trabaja desde esta perspectiva, Rogers (1961/1964) se�ala que este debe encarnar tres actitudes b�sicas en las relaciones profesionales que establezca, que son, a) comprensi�n emp�tica, b) consideraci�n positiva e incondicional y c) congruencia.

A nivel latinoamericano, por ejemplo, Juan Lafarga (2010), considera que no solamente el ser humano tiene esta tendencia, sino tambi�n los grupos y la sociedad en general. Este autor considera que, en condiciones interpersonales favorables, las personas, los grupos y la sociedad tender� al crecimiento (Lafarga 2010). Si bien Carl Rogers (1980/1986) compart�a esta idea, lo conceptualizaba con el termino tendencia formativa, cuando es un proceso colectivo o sist�mico, diferenci�ndolo de la tendencia actualizante que alude al individuo. Tambi�n, las autoras Guedes & Lopes (2022) consideran que la tendencia actualizante se relaciona con la creatividad, se�alan que la persona se vuelve m�s creativa cuando se abre a su experiencia, generando que pueda simbolizar vivencias antes negadas a la conciencia.

Las ideas de Carl Rogers est�n fuertemente integradas con las de Eugene Gendlin, quien fue estudiante y luego colaborador de Rogers en la d�cada del 50 y parte de su equipo en los a�os 60. En este sentido, Silva (2006) se�ala que las personas tienen un poder autocurativo que radica en procesos corporalmente sentidos, es decir, las experiencias se sienten en el cuerpo, y en la medida en que las personas prestan atenci�n a sus sensaciones, podr�n simbolizar nuevos significados y cambiar su vivencia. Es decir, para que las personas puedan desarrollar sus potencialidades, se requiere un ambiente facilitador, como lo se�ala Rogers, y, adem�s, la capacidad de focalizar la experiencia en sensaciones corporalmente sentidas, como se�ala Gendlin

Como se puede observar, este concepto en su recorrido ha tomado matices, interpretaciones y usos que pueden estar, o no, en la l�nea de lo planteado originalmente por Carl Rogers. Por lo tanto, en este art�culo, se buscar� responder a las siguientes interrogantes �qu� entiende Rogers por tendencia actualizante? y �cu�les son las caracter�sticas de esta tendencia? Esto se justifica dado que de la tendencia actualizante suele asociarse con otras nociones similares, sin embargo, es necesario identificar y comprender con claridad cada concepto. Un segundo aspecto relevante se relaciona con que no se encuentra gran cantidad de literatura que examine conceptos o nociones te�ricas de forma independiente. Por lo anterior, es necesario analizar estos conceptos para entenderlos en profundidad, conocer sus implicancias y especificaciones.

Para lograr el objetivo se realizar� un recorrido hist�rico en primer lugar, luego se profundizar� en el concepto respecto a lo descrito en el libro psicoterapia centrada en el cliente, donde Rogers profundiza esta idea con mayor profundidad, y finalmente se discuten algunos elementos claves.

 

Un recorrido hist�rico a la obra de Carl Rogers

La tendencia actualizante es un concepto fundamental para la teor�a del enfoque centrado en la persona, seg�n el propio Rogers (1959/1985; 1962/2013; 1977/1980). Esta idea ya se encuentra en la primera etapa del pensamiento rogeriano, en un art�culo del a�o 1946 se�ala lo siguiente: �en la mayor�a de los individuos, sino en todos, existen fuerzas de crecimiento, tendencias para la auto-actualizaci�n, que puede ser considerada como la �nica motivaci�n para la terapia� (Rogers, 1946/1994, p.33). Aqu� es planteada como una fuente motivacional, pero a�n no detalla si lo considera innata o adquirida.

En su tercer libro, Counselling with Returned Servicemen, que realiza junto a John Willen, describe esta noci�n de la siguiente forma: �esa tendencia al crecimiento que existe en cada individuo es la motivaci�n subyacente de la capacidad del cliente para resolver sus propios problemas durante la orientaci�n psicol�gica� (Rogers & Wallen, 1946, p.18). Se puede notar como Rogers considera esta tendencia como algo fundamental, se�alando aqu� como algo existente en cada persona, y como el motor del proceso de terapia. La tendencia actualizante ser�a la piedra angular que el terapeuta centrado en la persona (en esa �poca �no directivo�) debe comprender y considerar como base para su quehacer profesional. 

Desde los 50 en adelante, Rogers profundiza en la noci�n de tendencia actualizante, apareciendo el concepto y su definici�n en pr�cticamente todas sus obras publicadas. En el libro, Psicoterapia Centrada en el Cliente, menciona lo siguiente: �el organismo tiene una tendencia o impulso b�sico a actualizar, mantener y desarrollar al organismo experienciante� (Rogers, 1951/1981, p. 415). Aqu� se puede observar que va clarificando su idea de que es una tendencia presente en todos los organismos y que implica un aspecto b�sico del individuo. Esto se puede ver reafirmado en su publicaci�n, Terapia, Personalidad y Relaciones Interpersonales: �todo organismo tiene la tendencia innata a desarrollar todas sus potencialidades para conservarlo o mejorarlo� (Rogers, 1959/1985)., p. 24). Lo relevante de esta cita, es que se hace explicito la idea de que la tendencia actualizante es innata, por lo tanto, presente en todos los seres vivos. A la vez, implicar�a que no es adquirida por un proceso de aprendizaje, sino, parte constitutiva del organismo humano y con una base biol�gica.

En su libro El Proceso de Convertirse en Persona, el autor se�ala que �el individuo posee en si la capacidad y la tendencia � en algunos casos, latente � de avanzar en la direcci�n de su propia madurez.� (Rogers, 1961/1964, p. 42).  En tanto, en su obra Psicoterapia y Relaciones Humanas, publicado con Marian Kinget, se�ala lo siguiente: �el ser humano tiene la capacidad, latente o manifiesta, de comprenderse a s� mismo y de resolver sus problemas de modo suficiente para lograr la satisfacci�n y la eficacia necesaria a un funcionamiento adecuado.� (Rogers & Kinget, 1961/1964, p. 65). Aqu� reafirma que la tendencia actualizante no siempre implica que las capacidades se expresen en su totalidad, m�s bien es una potencialidad o disposici�n. En otras dos de sus obras, el Poder de la Persona y El Camino del Ser, respectivamente, Rogers se�ala lo siguiente: �existe en todo organismo, a cualquier nivel, un movimiento subyacente que los lleva hacia una realizaci�n constructiva de sus potencialidades inherentes�y es algo que est� presente en todos los organismos vivos� (Rogers, 1977/1980, p. 4); �Los individuos tienen dentro de s� vastos recursos de auto-comprensi�n Y para la alteraci�n de conceptos propios, actitudes b�sicas y conducta auto-dirigida� (Rogers, 1980/1986, p. 61).

 

El lugar del entorno y de las relaciones en relaci�n con la tendencia actualizante

La tendencia actualizante se relaciona m�s con la potencialidad, que con la expresi�n en su totalidad de estas potencialidades. A partir de esto, cabe preguntarse �qu� requiere el individuo para que despliegue su potencial y se oriente al crecimiento?

En su libro Counselling with Returned Servicemen, Rogers & Wallen ya plantean una respuesta a esta interrogante:

 

En condiciones propicias, la persona crecer� y se desarrollar�, se convertir� en un individuo con un sentido de los valores, m�s maduro y socializado, que le permitir� mantener el equilibrio entre sus propias demandas y las de la sociedad de forma satisfactoria (Rogers & Wallen, 1946, p.18).

 

Lo que se�alan los autores, es que esta tendencia al crecimiento no ser� expresada en su m�ximo potencial si no existen condiciones propicias para que ocurra. Es decir, el individuo necesita un ambiente que contribuya a desarrollar sus capacidades. Esto es reafirmado en el libro el Proceso de Convertirse en Persona, �en un ambiente psicol�gico adecuado, esta tendencia puede expresarse libremente, y deja de ser una potencialidad para convertirse en algo real� (Rogers, 1961/1964, p. 41). Por otra parte, en el libro Psicoterapia y Relaciones Humanas especifica algo m�s de este ambiente requerido, especialmente cuando nos referimos al contexto terap�utico:

El ejercicio de esta capacidad requiere de un contexto de relaciones humanas positivas, favorables a la conservaci�n y a la valoraci�n del yo, es decir, requiere relaciones carentes de amenaza o de desaf�o a la concepci�n que el sujeto se hace de s� mismo (Rogers & Kinget, 1962/2013, p. 65).

 

Aqu� se puede observar la mirada relacional que tienen la teor�a planteada por Rogers, es decir, si bien el individuo tiene de forma innata el potencial para crecer, requiere de condiciones ambientales favorables. Si no existe este ambiente, ser� dif�cil que despliegue al m�ximo sus capacidades.  En el libro, El Camino del Ser plantea algo m�s espec�fico, referido al contexto terap�utico o interpersonal, �estos recursos son susceptibles de ser alcanzados, si se logra crear un clima definible de actitudes psicol�gicas facilitadoras� (Rogers, 1980/1986, p. 61). Aqu� el autor se refiere expl�citamente a condiciones psicol�gicas facilitadoras, esto se relaciona con el desarrollo de la teor�a de la terapia (Rogers, 1957), donde menciona que el terapeuta debe facilitar un clima psicol�gico mediante la comprensi�n emp�tica, consideraci�n positiva e incondicional y la congruencia.

En s�ntesis, la tendencia actualizante es una tendencia innata al crecimiento y a desarrollar las capacidades y potencialidades del organismo. Implica la capacidad de autocomprensi�n, conducta autodirigida, alteraci�n de la percepci�n de s� mismo, de resolver problemas, etc. La idea de tendencia implica que es una inclinaci�n, no es un estado en particular al que se aspira a llegar, adem�s, es una definici�n con una base biol�gica. Rogers (1977/1980) plantea que la tendencia actualizante est� presente en todos los organismos vivos. Tambi�n es fundamental tener claro que el desarrollo y realizaci�n de las capacidades estar� influenciado por el ambiente, y esto tambi�n es una orientaci�n para saber que, en las relaciones de ayuda, desde este enfoque, se requiere crear un ambiente facilitador para el desarrollo de estas potencialidades. 

 

Tendencia actualizante en el libro Psicoterapia Centrada en el Cliente (1951)

El libro Psicoterapia Centrada en la Persona, publicado en 1951, est� dividido en tres partes, la primera, versa sobre el estado actual de la terapia centrada en el cliente, en cuando a sus avances, caracter�sticas del terapeuta, el proceso de terapia y algunos otros temas relacionados a la psicolog�a cl�nica y psicoterapia. En la segunda parte, Rogers describe aplicaciones de la terapia centrada en el cliente, incluyendo cap�tulos de miembros de su equipo. En la tercera parte, Rogers presenta la teor�a de la personalidad y de la conducta de la psicoterapia centrada en el cliente, lo hace a trav�s de la presentaci�n de 19 proposiciones, que explican como el organismo se organiza, desorganiza y reorganiza. 

De las 19 proposiciones, de la 1 a la 9, describe como el organismo se organiza en su constante relaci�n con el entorno. En esta interacci�n con el entorno, el organismo va construyendo la noci�n del s� mismo, y, es a partir de esta noci�n que el organismo percibe la realidad y act�a en consecuencia con ella (Castelo Branco, 2022). Esto quiere decir que el individuo funciona desde como percibe la realidad, no desde una realidad objetiva. Adem�s, aqu� plantea la idea de que el comportamiento tiene la intenci�n de satisfacer necesidades del organismo.

De la proposici�n 10 a la 14, se describe como el organismo se desorganiza. En este sentido se entiende que el s� mismo est� constituido a partir de demandas internas y externas, es decir, las necesidades propias del individuo, y las demandas sociales y culturales (Castelo Branco, 2022). Por lo anterior, algunas experiencias no ser�n simbolizadas adecuadamente, y ser�n negadas o distorsionadas a la consciencia. A partir de este proceso surge la incongruencia, entendida como la discrepancia entre la noci�n de s� mismo y la experiencia.

De la proposici�n 15 a la 17, Rogers describe como se reorganiza la personalidad, es decir, aqu� se encuentran las nociones para la teor�a de la terapia (Castelo Branco, 2022). Plantea que la experiencia es simbolizada a partir de la noci�n del s� mismo, y que lo que no es coherente con esa noci�n ser� percibido como una amenaza. La tendencia actualizante implica la capacidad del organismo de defenderse, entonces, en la terapia, la primera intenci�n del terapeuta es que sea un espacio lo m�s seguro posible, pues, s�lo en un ambiente lo m�s libre de amenazas, la persona podr� explorar y simbolizar experiencias que han sido negadas y/o distorsionadas en su conciencia. 

De la proposici�n 18 a la 19, se describen los efectos de la reorganizaci�n, o, dicho de otra forma, efectos del proceso terap�utico (Castelo Branco, 2022). El individuo est� m�s abierto a las experiencias, percibe con mayor aceptaci�n sus vivencias, la noci�n del s� mismo cambia y se vuelve m�s flexible, el centro de valoraci�n es m�s interno. Adem�s, estas dos proposiciones dan luces de lo que Rogers luego propone como una teor�a de las relaciones interpersonales. 

La noci�n de tendencia actualizante en este cap�tulo, aparece en la proposici�n n�mero cuatro de la teor�a de la personalidad y dice lo siguiente: �el organismo tiene una tendencia o impulso b�sico a actualizar y desarrollar al organismo experienciante� (Rogers, 1951/1981, pp. 414). Es en esta proposici�n donde Rogers describe su idea b�sica sobre lo que es la tendencia actualizante, definiendo que es un impulso b�sico por actualizar y desarrollar al organismo. Se�ala que esta tendencia engloba todas las necesidades del organismo, y que corresponde a una fuerza direccional observada en la vida org�nica. 

Luego menciona que esta tendencia implica la mantenci�n, asimilaci�n, comportarse defensivamente frente a amenazas, la autopreservaci�n, entre otros. Implica que el individuo se orienta hacia la madurez y la realizaci�n de sus potencialidades. Tambi�n implicar�a la autodirecci�n, autonom�a, la socializaci�n, etc.

Todo esto en relaci�n con procesos globales del organismo, como lo deja explicito en la siguiente cita: �esto sucede tanto cuando hablamos de procesos org�nicos completamente inconscientes, tales como la regulaci�n de la temperatura corporal, como cuando hablamos de funciones exclusivamente humanas e intelectuales, como la elecci�n de objetivos vitales� (Rogers, 1951/1981, pp. 415).

M�s adelante, en la misma proposici�n explicita que esta tendencia engloba al organismo en su totalidad, tambi�n implica un proceso evolutivo, desde la concepci�n a la madurez (Rogers, 1951/1981). Aqu� se observa claramente la mirada holistica del ser humano, y que esta tendencia actualizante sucede en la totalidad del individuo, que es un proceso continuo y direccional, es decir, no es un estado. 

A continuaci�n hace referencia a autores que ya han se�alado aspectos similares, como Goldstein, Mowrer y Kluck-hohn, Sullivan, Horney, Angyal, Maslow (Rogers, 1951/1981). Todos autores con una miradas a fines a la idea de desarrollo, crecimiento, pero con matices en sus conceptos, por lo tanto es relevante no considerarlos como nociones equivalentes.

Rogers (1951/1981) describe el por qu� esta noci�n es fundamental para el terapeuta que trabaja desde este enfoque, dice: �el terapeuta toma conciencia de que la tendencia progresiva del organismo humano es la base en la que conf�a m�s profunda y fundamentalmente� (p. 416). Este parece ser un hilo conductor para el profesional que trabaja desde esta perspectiva, que independiente de la situaci�n y problem�tica del consultante, la confianza en esta tendencia deber�a estar. 

En los dos �ltimos p�rrafos de esta proposici�n, Rogers (1951/1981) se�ala que el proceso de crecimiento no es suave ni lineal, que puede implicar lucha y dolor. Adem�s, que en algunos casos las personas no simbolizan adecuadamente en su conciencia la experiencia, generando elecciones que pudieran no ser realizadoras de sus potencialidades. En este sentido, la tendencia sigue existiendo, pero las elecciones influyen en realizar, o no, las capacidades del organismo. 

 

Discusi�n

Un aspecto relevante de la noci�n rogeriana sobre la tendencia actualizante es que la considera una orientaci�n y a la vez un proceso, que est� presente en el organismo en su totalidad. Por lo tanto, podemos considerar que esta tendencia es algo innato, es decir, es parte de la naturaleza humana considerada por Rogers, que implicar�a aspectos biol�gicos, psicol�gicos e interpersonales. 

Es una inclinaci�n, no un estado al que llegar, por lo tanto, la tendencia actualizante ser�a m�s bien una fuerza que empuja al organismo, no un ideal que se busca que llegue una persona. Al ser una fuerza, una orientaci�n, no asegura que el individuo desarrolle todo su potencial, aquello depende de diversos factores, los cuales se pueden identificar explorando las dem�s proposiciones que contemplan la teor�a de la personalidad propuesta por Rogers.

En este sentido, el profesional que trabaje desde el enfoque centrado en la persona entender� que no es sobre la tendencia actualizante del otro con lo que se trabaja, sino que, considera que esta tendencia existe en el individuo, y a partir de ah�, su trabajo es facilitar las condiciones relacionales para que esa tendencia se despliegue y la persona tenga m�s posibilidades de realizar sus potencialidades y desarrollar, descubrir o construir herramientas para la vida. 

La tendencia actualizante implicar�a que las personas tienen el potencial de autocomprensi�n, autodirecci�n y auto-regulaci�n. Particularmente, el autor brasile�o Paulo Castelo Branco (2022), identifica cuatro movimientos del organismo para autorregularse, que tres de ellos se pueden identificar de forma impl�cita en las descripciones de Rogers en la proposici�n n�mero cuatro de su libro Psicoterapia centrada en el cliente, y el cuarto movimiento aparece en el libro Orientaci�n y psicoterapia de 1942, estos movimientos del organismo son:

 

1.     La mantenci�n, significa una b�squeda del equilibro (homeostasis), la persona frente a una tensi�n con el ambiente busca mantener el statu quo, es decir, sin alterar nada de s� mismo, ni del entorno. 

2.     El autogobierno o autodirecci�n, implicar�a que el individuo pretende regular la tensi�n buscando cambiar al entorno o elementos de �l, para que se ajuste a su experiencia, intenta que el entorno y/o los dem�s se adapten a su experiencia interna.

3.     La autointegraci�n, implica que el individuo se adapta a las necesidades y caracter�sticas del entorno y/o de los dem�s, a diferencia de la anterior, en vez de buscar cambiar el entorno, busca cambiar aspectos de s� mismo para integrarse mejor a ese ambiente, o a las necesidades de otros. 

4.     Salida del ambiente, significa que el individuo cambia de ambiente, ya no busca adaptarse a �l, o cambiarlo, sino que se retira. 

 

Se habla de tensi�n con el entorno, pues la noci�n de organismo significa inevitablemente que existe un entorno con el que interact�a, y en este proceso de interacci�n surgen tensiones debido esencialmente a necesidades del organismo o amenazas (reales o percibidas). Cuando aparece la tensi�n, el organismo busca autorregularse, y esta b�squeda de autorregulaci�n estar�a impulsada por esta tendencia actualizante.

Un aspecto que vale la pena aclarar es que la tendencia actualizante no se vincular�a con la idea de bondad o maldad, que, en ocasiones, y en algunos textos de autores, en su mayor�a de otros enfoques, relacionan esta noci�n con que el ser humano sea bueno, algo que en esta revisi�n no aparece relacionado, por lo tanto, parece ser una tergiversaci�n del concepto de Rogers.

Autores como Greenberg, Rice y Elliott (1996) tambi�n aclaran esto en la siguiente cita: 

 

No es una visi�n ingenua de los seres humanos como "seres salvajes", ni es un juicio de valor de que las personas sean intr�nsecamente buenas. El crecimiento no est� en el �mbito de la moral; tiene que ver con el desarrollo y la adaptaci�n, no con el bien y el mal. La tendencia al crecimiento, pues, es esencialmente una tendencia biol�gica hacia la supervivencia y la satisfacci�n de las propias necesidades en el ambiente social complejo. Funciona como parte de un proceso dial�ctico de restablecimiento constante del equilibrio entre un organismo y su ambiente siempre cambiantes, y al hacerlo, aumenta el bienestar del organismo. Los seres humanos, adem�s de estar orientados hacia el crecimiento, tiene la capacidad de elegir y esto es lo que determina, en �ltimo t�rmino, si sus acciones son buenas o malas (p. 96-97).

 

Inclusive, en el libro La Persona Como Centro, escrito por Carl Rogers y Rachel Rosenberg, aclaran el punto de la siguiente manera: 

 

La confianza depositada en el ser humano, en un enfoque en el que el centro es la persona, se refiere por tanto al ser entero. No es el resultado de una visi�n ilusoria, enaltecedora del hombre como �esencialmente bueno�, como inclinado a la virtud, si no resultase perniciosa la influencia social. Es m�s bien una desmitificaci�n de la polaridad malo-bueno, con la observaci�n de que los rasgos o las expresiones personales asumen su valor en funci�n de la meta a que se dirigen. Ni el altruismo ni la agresividad constituyen desde este punto de vista se�ales de virtud o de pecado, de salud o de enfermedad, pues cualquiera de ellos puede ser el medio utilizado para crecer o crear, o para destruir o dominar. Se considera al hombre como su propio patr�n y como juez de sus acciones, porque su meta fundamental es la autorrealizaci�n plena, que intentar� lograr a lo largo de toda su vida. Es lo que lo llevar� a comportamientos �inadecuados� para su bienestar personal, si no tuviese condiciones - externas o internas- para valerse libremente de su capacidad de experimentar el mundo" (Rogers & Rosenberg, 1977/1981, p. 21).

 

Por lo tanto, hay que considerar la tendencia actualizante como una fuerza del organismo, pero que la adaptaci�n social del mismo tendr� relaci�n con la interacci�n constante con el entorno, y, por lo tanto, no se explica de forma unidireccional, sino relacional. 

 

Comentarios finales

La tendencia actualizante es el concepto fundamental en la obra de Carl Rogers, que implica la confianza b�sica en que las personas se orientan hac�a el crecimiento y la posibilidad de realizar sus capacidades, de adaptarse al entorno, autorregularse, autodirigirse, etc. 

Este concepto es m�s bien una tendencia, no un estado que alcanzar, la realizaci�n de las capacidades depender� de diversos factores, como las condiciones ambientales, relacionales y de las decisiones que tome cada individuo, es decir, no es una mirada determinista.

Si bien es un concepto conocido dentro del enfoque centrado en la persona, suele no revisarse en detalle, lo que genera simplificaciones, generalizaciones o incluso distorsiones a su conceptualizaci�n. Por lo mismo, puede ser importante seguir profundizando este tema, por ejemplo, a trav�s de investigaciones documentales, que puedan hacer una revisi�n hist�rica y m�s exhaustiva de este tema, tambi�n generar un dialogo con autores contempor�neos del enfoque, que desarrollen nuevas l�neas de comprensi�n a esta noci�n. En t�rminos m�s aplicados, resultar�a interesante saber c�mo los profesionales de este enfoque consideran esta noci�n en su pr�ctica cotidiana. 

 Las comprensiones te�ricas, redefiniciones, o revisiones de conceptos, no se agotan, ya que constantemente se pueden revisar, estudiar, resignificar, y esto es un desaf�o constante para los profesionales del enfoque centrado en la persona. 

 

Referencias

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Greenberg, L., Rice, L., & Elliott, R. (1996). Facilitando el cambio emocional. Paid�s

Guedes, R., & Lopes, J. (2022). La expresi�n creativa y el enfoque centrado en la persona: en busca de la construcci�n del s� mismo. Espacio ECP, 3(1), 05-26.

Lafarga, J. (2010). �Qu� es el Desarrollo Humano en M�xico? INIDH.

Rogers, C. (1942/1978). Orientaci�n Psicol�gica y Psicoterapia. Narcea.

Rogers, C. (1946/1994). Aspectos significativos da terapia centrada no cliente. En J. Wood, et al. (Org.), Abordagem centrada na pessoa. Companhia Ilimitada.

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Rogers, C. (1977/1980). El Poder de la Persona. El Manual Moderno.

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Rogers, C. & Kinget (1962/2013). Psicoterapia y Relaciones Humanas. Juan Pablos

Rogers, C. & Rosenberg, R. (1977/1981). La persona como centro. Herder.

Rogers, C. & Wallen, J. (1946). Counseling with returned servicemen. McGraw-Hill.

Silva, G. (2006). La tendencia actualizante: La sabidur�a impl�cita y el poder de un proceso autopropulsado. Obtenido de https://onx.la/7c4c4

 

 

Declaraci�n de autor�a y financiamiento.

El texto presentado corresponde a una adaptaci�n de un extracto de la tesis doctoral del autor, que actualmente est� realizando en la Universidad Motolin�a del Pedregal. Cabe destacar que esta investigaci�n doctoral ha sido parcialmente financiada mediante una beca otorgada por la World Association for Person Centered & Experiential Psychotherapy & Counseling. A la vez, tambi�n es apoyada por la organizaci�n Espacio ECP - N�cleo de Estudios y Formaci�n en Terapia Centrada en la Persona.

 

 

Curriculum:

Psic�logo cl�nico, psicoterapeuta y supervisor cl�nico; magister en educaci�n universitaria; especialista en terapia centrada en la persona, diplomados y post�tulos relacionados con la psicolog�a cl�nica y psicoterapia humanista. Director de Espacio ECP - N�cleo de Estudios y Formaci�n en Terapia Centrada en la Persona; acad�mico en Universidad San; director �rea de investigaci�n FAHdeA; docente en diplomados y formaciones relacionadas con el enfoque centrado en la persona. Ha publicado art�culos y cap�tulos de libro sobre el enfoque centrado en la persona.

 

Correo de contacto: 

contacto@espacioecp.com

 

Fecha de entrega: 17/09/24

Fecha de aceptaci�n: 30/01/254

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