Revista
Latinoamericana de Psicoterapia Existencial. UN ENFOQUE COMPRENSIVO DEL
SER.� A�o 15 - N� 30 � Abril�
2025
Secci�n Ensayos y Revisi�n
Tendencia actualizante en terapia centrada en la persona
Revisitando a
Carl Rogers
Actualizing Tendency in Person-Centered Therapy
Revisiting Carl Rogers
Alejandro L�pez Mar�n
Chile
Universidad Motolin�a del Pedregal, M�xico
Espacio ECP - N�cleo de Estudios y Formaci�n en Terapia Centrada en la Persona, Chile
Resumen
La tendencia actualizante
es uno de los conceptos esenciales en terapia centrada en la persona, sin
embargo, suele ser conceptualizada de forma err�nea en diversas ocasiones. El
prop�sito de este art�culo es hacer un recorrido hist�rico de esta noci�n en la
obra de Carl Rogers, para comprender el concepto con mayor profundidad, y a la
vez aclarar confusiones o distorsiones en su definici�n. Para finalizar se
discuten algunas reflexiones te�ricas para seguir profundizando e investigando.
Palabras claves
tendencia actualizante, Carl Rogers, psicolog�a humanista, terapia
centrada en la persona, enfoque centrado en la persona.
Abstract
The actualizing
tendency is one of the essential
concepts in person-centered
therapy, but it is often
mistakenly conceptualized. The purpose of this article is
to provide a historical overview of this notion in the work
of Carl Rogers, to understand the
concept more deeply, and at the
same time clarify any confusions or distortions in its definition. Finally, some theoretical
reflections are discussed
to further deepen and investigate this concept.
Keywords
actualizing tendency,
Carl Rogers, humanistic psychology,
person-centered therapy, person-centered approach.
Introducci�n
El enfoque centrado en la persona
desarrollado por Carl Rogers tiene como premisa esencial la idea que las
personas tienen una tendencia innata para desarrollar sus potencialidades y
orientarse al crecimiento, que llama tendencia actualizante
(Rogers, 1959/1985). La realizaci�n de las potencialidades estar� influenciada
por las condiciones del entorno y las relaciones interpersonales, no as� la
tendencia. En cuanto a la
labor del profesional que
trabaja desde esta perspectiva, Rogers (1961/1964) se�ala que este debe
encarnar tres actitudes b�sicas en las relaciones profesionales que establezca,
que son, a) comprensi�n emp�tica, b) consideraci�n positiva e incondicional y
c) congruencia.
A nivel latinoamericano, por ejemplo, Juan Lafarga (2010), considera que no solamente el ser humano
tiene esta tendencia, sino tambi�n los grupos y la sociedad en general. Este
autor considera que, en condiciones interpersonales favorables, las personas,
los grupos y la sociedad tender� al crecimiento (Lafarga 2010). Si bien Carl Rogers (1980/1986) compart�a
esta idea, lo conceptualizaba con el termino tendencia
formativa, cuando es un proceso colectivo o sist�mico, diferenci�ndolo de la
tendencia actualizante que alude al individuo.
Tambi�n, las autoras Guedes & Lopes
(2022) consideran que la tendencia actualizante se
relaciona con la creatividad, se�alan que la persona se vuelve m�s creativa
cuando se abre a su experiencia, generando que pueda simbolizar vivencias antes
negadas a la conciencia.
Las ideas de Carl Rogers est�n fuertemente
integradas con las de Eugene Gendlin, quien fue
estudiante y luego colaborador de Rogers en la d�cada del 50 y parte de su
equipo en los a�os 60. En este sentido, Silva (2006) se�ala que las personas
tienen un poder autocurativo que radica en procesos
corporalmente sentidos, es decir, las experiencias se sienten en el cuerpo, y
en la medida en que las personas prestan atenci�n a sus sensaciones, podr�n
simbolizar nuevos significados y cambiar su vivencia. Es decir, para que las
personas puedan desarrollar sus potencialidades, se requiere un ambiente
facilitador, como lo se�ala Rogers, y, adem�s, la capacidad de focalizar la
experiencia en sensaciones corporalmente sentidas, como se�ala Gendlin.
Como se puede observar, este concepto en su
recorrido ha tomado matices, interpretaciones y usos que pueden estar, o no, en
la l�nea de lo planteado originalmente por Carl Rogers. Por lo tanto, en este art�culo,
se buscar� responder a las siguientes interrogantes �qu� entiende Rogers por
tendencia actualizante? y �cu�les son las
caracter�sticas de esta tendencia? Esto se justifica dado que de la tendencia actualizante suele asociarse con otras nociones similares,
sin embargo, es necesario identificar y comprender con claridad cada concepto.
Un segundo aspecto relevante se relaciona con que no se encuentra gran cantidad
de literatura que examine conceptos o nociones te�ricas de forma independiente.
Por lo anterior, es necesario analizar estos conceptos para entenderlos en
profundidad, conocer sus implicancias y especificaciones.
Para lograr el objetivo se realizar� un
recorrido hist�rico en primer lugar, luego se profundizar� en el concepto
respecto a lo descrito en el libro psicoterapia centrada en el cliente, donde
Rogers profundiza esta idea con mayor profundidad, y finalmente se discuten
algunos elementos claves.
Un recorrido hist�rico a la obra de Carl Rogers
La tendencia actualizante
es un concepto fundamental para la teor�a del enfoque centrado en la persona,
seg�n el propio Rogers (1959/1985; 1962/2013; 1977/1980). Esta idea ya
se encuentra en la primera etapa del pensamiento rogeriano,
en un art�culo del a�o 1946 se�ala lo siguiente: �en la mayor�a de los
individuos, sino en todos, existen fuerzas de crecimiento, tendencias para la
auto-actualizaci�n, que puede ser considerada como la �nica motivaci�n para la
terapia� (Rogers, 1946/1994, p.33). Aqu� es planteada como una fuente motivacional,
pero a�n no detalla si lo considera innata o adquirida.
En su tercer libro, Counselling
with Returned Servicemen, que realiza junto a John Willen, describe esta noci�n de la siguiente forma: �esa
tendencia al crecimiento que existe en cada individuo es la motivaci�n
subyacente de la capacidad del cliente para resolver sus propios problemas
durante la orientaci�n psicol�gica� (Rogers & Wallen,
1946, p.18). Se puede notar como Rogers considera esta tendencia como algo
fundamental, se�alando aqu� como algo existente en cada persona, y como el
motor del proceso de terapia. La tendencia actualizante
ser�a la piedra angular que el terapeuta centrado en la persona (en esa �poca
�no directivo�) debe comprender y considerar como base para su quehacer profesional.
Desde los 50 en adelante, Rogers profundiza
en la noci�n de tendencia actualizante, apareciendo
el concepto y su definici�n en pr�cticamente todas sus obras publicadas. En el
libro, Psicoterapia Centrada en el Cliente, menciona lo siguiente: �el
organismo tiene una tendencia o impulso b�sico a actualizar, mantener y
desarrollar al organismo experienciante� (Rogers,
1951/1981, p. 415). Aqu� se puede observar que va clarificando su idea de que
es una tendencia presente en todos los organismos y que implica un aspecto
b�sico del individuo. Esto se puede ver reafirmado en su publicaci�n, Terapia,
Personalidad y Relaciones Interpersonales: �todo organismo tiene la
tendencia innata a desarrollar todas sus potencialidades para conservarlo o
mejorarlo� (Rogers, 1959/1985)., p. 24). Lo relevante
de esta cita, es que se hace explicito la idea de que la tendencia actualizante es innata, por lo tanto, presente en todos los
seres vivos. A la vez, implicar�a que no es adquirida por un proceso de
aprendizaje, sino, parte constitutiva del organismo humano y con una base
biol�gica.
En su libro El Proceso de Convertirse en
Persona, el autor se�ala que �el individuo posee en si la capacidad
y la tendencia � en algunos casos, latente � de avanzar en la direcci�n de su
propia madurez.� (Rogers, 1961/1964, p. 42). En tanto, en su obra
Psicoterapia y Relaciones Humanas, publicado con Marian Kinget,
se�ala lo siguiente: �el ser humano tiene la capacidad, latente o manifiesta,
de comprenderse a s� mismo y de resolver sus problemas de modo suficiente para
lograr la satisfacci�n y la eficacia necesaria a un funcionamiento adecuado.�
(Rogers & Kinget, 1961/1964, p. 65). Aqu�
reafirma que la tendencia actualizante no siempre
implica que las capacidades se expresen en su totalidad, m�s bien es una
potencialidad o disposici�n. En otras dos de sus obras, el Poder de la
Persona y El Camino del Ser, respectivamente, Rogers se�ala lo siguiente:
�existe en todo organismo, a cualquier nivel, un movimiento subyacente que los
lleva hacia una realizaci�n constructiva de sus potencialidades inherentes�y es
algo que est� presente en todos los organismos vivos� (Rogers, 1977/1980, p.
4); �Los individuos tienen dentro de s� vastos recursos de auto-comprensi�n Y
para la alteraci�n de conceptos propios, actitudes b�sicas y conducta
auto-dirigida� (Rogers, 1980/1986, p. 61).
El lugar del entorno y de las relaciones en relaci�n con la tendencia actualizante
La tendencia actualizante
se relaciona m�s con la potencialidad, que con la expresi�n en su totalidad de
estas potencialidades. A partir de esto, cabe preguntarse �qu� requiere el
individuo para que despliegue su potencial y se oriente al crecimiento?
En su libro Counselling
with Returned Servicemen, Rogers & Wallen
ya plantean una respuesta a esta interrogante:
En
condiciones propicias, la persona crecer� y se desarrollar�, se convertir� en
un individuo con un sentido de los valores, m�s maduro y socializado, que le
permitir� mantener el equilibrio entre sus propias demandas y las de la
sociedad de forma satisfactoria (Rogers & Wallen,
1946, p.18).
Lo que se�alan los autores, es que esta
tendencia al crecimiento no ser� expresada en su m�ximo potencial si no existen
condiciones propicias para que ocurra. Es decir, el individuo necesita un
ambiente que contribuya a desarrollar sus capacidades. Esto es reafirmado en el
libro el Proceso de Convertirse en Persona, �en un ambiente psicol�gico
adecuado, esta tendencia puede expresarse libremente, y deja de ser una
potencialidad para convertirse en algo real� (Rogers, 1961/1964, p. 41). Por
otra parte, en el libro Psicoterapia y Relaciones Humanas especifica
algo m�s de este ambiente requerido, especialmente cuando nos referimos al
contexto terap�utico:
El ejercicio
de esta capacidad requiere de un contexto de relaciones humanas positivas,
favorables a la conservaci�n y a la valoraci�n del yo, es decir, requiere
relaciones carentes de amenaza o de desaf�o a la concepci�n que el sujeto se
hace de s� mismo (Rogers & Kinget, 1962/2013, p.
65).
Aqu� se puede observar la mirada relacional
que tienen la teor�a planteada por Rogers, es decir,
si bien el individuo tiene de forma innata el potencial para crecer, requiere
de condiciones ambientales favorables. Si no existe este ambiente, ser� dif�cil
que despliegue al m�ximo sus capacidades. En el libro, El Camino del
Ser plantea algo m�s espec�fico, referido al contexto terap�utico o
interpersonal, �estos recursos son susceptibles de ser alcanzados, si se logra
crear un clima definible de actitudes psicol�gicas facilitadoras� (Rogers,
1980/1986, p. 61). Aqu� el autor se refiere expl�citamente a condiciones
psicol�gicas facilitadoras, esto se relaciona con el desarrollo de la teor�a de
la terapia (Rogers, 1957), donde menciona que el terapeuta debe facilitar un
clima psicol�gico mediante la comprensi�n emp�tica, consideraci�n positiva e
incondicional y la congruencia.
En s�ntesis, la tendencia actualizante
es una tendencia innata al crecimiento y a desarrollar las capacidades y
potencialidades del organismo. Implica la capacidad de autocomprensi�n,
conducta autodirigida, alteraci�n de la percepci�n de
s� mismo, de resolver problemas, etc. La idea de tendencia implica que es una
inclinaci�n, no es un estado en particular al que se aspira a llegar, adem�s,
es una definici�n con una base biol�gica. Rogers (1977/1980) plantea que la
tendencia actualizante est� presente en todos los
organismos vivos. Tambi�n es fundamental tener claro que el desarrollo y
realizaci�n de las capacidades estar� influenciado por el ambiente, y esto
tambi�n es una orientaci�n para saber que, en las relaciones de ayuda, desde
este enfoque, se requiere crear un ambiente facilitador para el desarrollo de
estas potencialidades.
Tendencia actualizante en el libro Psicoterapia Centrada en el Cliente (1951)
El libro Psicoterapia Centrada en la
Persona, publicado en 1951, est� dividido en tres partes, la primera, versa
sobre el estado actual de la terapia centrada en el cliente, en cuando a sus
avances, caracter�sticas del terapeuta, el proceso de terapia y algunos otros
temas relacionados a la psicolog�a cl�nica y psicoterapia. En la segunda parte,
Rogers describe aplicaciones de la terapia centrada en el cliente, incluyendo
cap�tulos de miembros de su equipo. En la tercera parte, Rogers presenta la
teor�a de la personalidad y de la conducta de la psicoterapia centrada en el
cliente, lo hace a trav�s de la presentaci�n de 19 proposiciones, que explican
como el organismo se organiza, desorganiza y reorganiza.
De las 19 proposiciones, de la 1 a la 9,
describe como el organismo se organiza en su constante relaci�n con el entorno.
En esta interacci�n con el entorno, el organismo va construyendo la noci�n del
s� mismo, y, es a partir de esta noci�n que el organismo percibe la realidad y
act�a en consecuencia con ella (Castelo Branco, 2022). Esto quiere decir que el
individuo funciona desde como percibe la realidad, no
desde una realidad objetiva. Adem�s, aqu� plantea la idea de que el
comportamiento tiene la intenci�n de satisfacer necesidades del organismo.
De la proposici�n 10 a la 14, se describe
como el organismo se desorganiza. En este sentido se entiende que el s� mismo
est� constituido a partir de demandas internas y externas, es decir, las
necesidades propias del individuo, y las demandas sociales y culturales
(Castelo Branco, 2022). Por lo anterior, algunas experiencias no ser�n
simbolizadas adecuadamente, y ser�n negadas o distorsionadas a la consciencia.
A partir de este proceso surge la incongruencia, entendida como la discrepancia
entre la noci�n de s� mismo y la experiencia.
De la proposici�n 15 a la 17, Rogers describe
como se reorganiza la personalidad, es decir, aqu� se encuentran las nociones
para la teor�a de la terapia (Castelo Branco, 2022). Plantea que la experiencia
es simbolizada a partir de la noci�n del s� mismo, y que lo que no es coherente
con esa noci�n ser� percibido como una amenaza. La tendencia actualizante implica la capacidad del organismo de
defenderse, entonces, en la terapia, la primera intenci�n del terapeuta es que
sea un espacio lo m�s seguro posible, pues, s�lo en un ambiente lo m�s libre de
amenazas, la persona podr� explorar y simbolizar experiencias que han sido
negadas y/o distorsionadas en su conciencia.
De la proposici�n 18 a la 19, se describen
los efectos de la reorganizaci�n, o, dicho de otra forma, efectos del proceso
terap�utico (Castelo Branco, 2022). El individuo est� m�s abierto a las
experiencias, percibe con mayor aceptaci�n sus vivencias, la noci�n del s� mismo
cambia y se vuelve m�s flexible, el centro de valoraci�n es m�s interno.
Adem�s, estas dos proposiciones dan luces de lo que Rogers luego propone como
una teor�a de las relaciones interpersonales.
La noci�n de tendencia actualizante
en este cap�tulo, aparece en la proposici�n n�mero cuatro de la teor�a de la
personalidad y dice lo siguiente: �el organismo tiene una tendencia o impulso
b�sico a actualizar y desarrollar al organismo experienciante�
(Rogers, 1951/1981, pp. 414). Es en esta proposici�n donde Rogers describe su
idea b�sica sobre lo que es la tendencia actualizante,
definiendo que es un impulso b�sico por actualizar y desarrollar al organismo.
Se�ala que esta tendencia engloba todas las necesidades del organismo, y que
corresponde a una fuerza direccional observada en la vida org�nica.
Luego menciona que esta tendencia implica la
mantenci�n, asimilaci�n, comportarse defensivamente frente a amenazas, la autopreservaci�n, entre otros. Implica que el individuo se
orienta hacia la madurez y la realizaci�n de sus potencialidades. Tambi�n
implicar�a la autodirecci�n, autonom�a, la socializaci�n, etc.
Todo esto en relaci�n con procesos globales
del organismo, como lo deja explicito en la siguiente
cita: �esto sucede tanto cuando hablamos de procesos org�nicos completamente
inconscientes, tales como la regulaci�n de la temperatura corporal, como cuando
hablamos de funciones exclusivamente humanas e intelectuales, como la elecci�n
de objetivos vitales� (Rogers, 1951/1981, pp. 415).
M�s adelante, en la misma proposici�n
explicita que esta tendencia engloba al organismo en su totalidad, tambi�n
implica un proceso evolutivo, desde la concepci�n a la madurez (Rogers,
1951/1981). Aqu� se observa claramente la mirada holistica
del ser humano, y que esta tendencia actualizante
sucede en la totalidad del individuo, que es un proceso continuo y direccional,
es decir, no es un estado.
A continuaci�n hace referencia a autores que
ya han se�alado aspectos similares, como Goldstein, Mowrer y Kluck-hohn, Sullivan, Horney, Angyal, Maslow (Rogers, 1951/1981). Todos autores con una miradas a
fines a la idea de desarrollo, crecimiento, pero con matices en sus conceptos,
por lo tanto es relevante no considerarlos como nociones equivalentes.
Rogers (1951/1981) describe el por qu� esta
noci�n es fundamental para el terapeuta que trabaja desde este enfoque, dice:
�el terapeuta toma conciencia de que la tendencia progresiva del organismo
humano es la base en la que conf�a m�s profunda y fundamentalmente� (p. 416).
Este parece ser un hilo conductor para el profesional que trabaja desde esta
perspectiva, que independiente de la situaci�n y problem�tica del consultante,
la confianza en esta tendencia deber�a estar.
En los dos �ltimos p�rrafos de esta proposici�n, Rogers (1951/1981) se�ala que el proceso de crecimiento no es suave ni lineal, que puede implicar lucha y dolor. Adem�s, que en algunos casos las personas no simbolizan adecuadamente en su conciencia la experiencia, generando elecciones que pudieran no ser realizadoras de sus potencialidades. En este sentido, la tendencia sigue existiendo, pero las elecciones influyen en realizar, o no, las capacidades del organismo.
Discusi�n
Un aspecto relevante de la noci�n rogeriana sobre la tendencia actualizante
es que la considera una orientaci�n y a la vez un proceso, que est� presente en
el organismo en su totalidad. Por lo tanto, podemos considerar que esta
tendencia es algo innato, es decir, es parte de la naturaleza humana
considerada por Rogers, que implicar�a aspectos biol�gicos, psicol�gicos e
interpersonales.
Es una inclinaci�n, no un estado al que
llegar, por lo tanto, la tendencia actualizante ser�a
m�s bien una fuerza que empuja al organismo, no un ideal que se busca que
llegue una persona. Al ser una fuerza, una orientaci�n, no asegura que el
individuo desarrolle todo su potencial, aquello depende de diversos factores,
los cuales se pueden identificar explorando las dem�s proposiciones que contemplan
la teor�a de la personalidad propuesta por Rogers.
En este sentido, el profesional que trabaje
desde el enfoque centrado en la persona entender� que no es sobre la tendencia actualizante del otro con lo que se trabaja, sino que,
considera que esta tendencia existe en el individuo, y a partir de ah�, su
trabajo es facilitar las condiciones relacionales para que esa tendencia se
despliegue y la persona tenga m�s posibilidades de realizar sus potencialidades
y desarrollar, descubrir o construir herramientas para la vida.
La tendencia actualizante implicar�a que las personas tienen el potencial de autocomprensi�n, autodirecci�n y auto-regulaci�n. Particularmente, el autor brasile�o Paulo Castelo Branco (2022), identifica cuatro movimientos del organismo para autorregularse, que tres de ellos se pueden identificar de forma impl�cita en las descripciones de Rogers en la proposici�n n�mero cuatro de su libro Psicoterapia centrada en el cliente, y el cuarto movimiento aparece en el libro Orientaci�n y psicoterapia de 1942, estos movimientos del organismo son:
1.
La mantenci�n, significa una
b�squeda del equilibro (homeostasis), la persona frente a una tensi�n con el
ambiente busca mantener el statu quo, es decir, sin alterar nada de s� mismo,
ni del entorno.
2.
El autogobierno o autodirecci�n,
implicar�a que el individuo pretende regular la tensi�n buscando cambiar al
entorno o elementos de �l, para que se ajuste a su experiencia, intenta que el
entorno y/o los dem�s se adapten a su experiencia interna.
3.
La autointegraci�n,
implica que el individuo se adapta a las necesidades y caracter�sticas del
entorno y/o de los dem�s, a diferencia de la anterior, en vez de buscar cambiar
el entorno, busca cambiar aspectos de s� mismo para integrarse mejor a ese
ambiente, o a las necesidades de otros.
4.
Salida del ambiente, significa
que el individuo cambia de ambiente, ya no busca adaptarse a �l, o cambiarlo,
sino que se retira.
Se habla de tensi�n con el entorno, pues la
noci�n de organismo significa inevitablemente que existe un entorno con el que
interact�a, y en este proceso de interacci�n surgen tensiones debido
esencialmente a necesidades del organismo o amenazas (reales o percibidas).
Cuando aparece la tensi�n, el organismo busca autorregularse, y esta b�squeda
de autorregulaci�n estar�a impulsada por esta tendencia actualizante.
Un aspecto que vale la pena aclarar es que la
tendencia actualizante no se vincular�a con la idea
de bondad o maldad, que, en ocasiones, y en algunos textos de autores, en su
mayor�a de otros enfoques, relacionan esta noci�n con que el ser humano sea
bueno, algo que en esta revisi�n no aparece relacionado, por lo tanto, parece
ser una tergiversaci�n del concepto de Rogers.
Autores como Greenberg,
Rice y Elliott (1996) tambi�n aclaran esto en la
siguiente cita:
No es
una visi�n ingenua de los seres humanos como "seres salvajes", ni es
un juicio de valor de que las personas sean intr�nsecamente buenas. El
crecimiento no est� en el �mbito de la moral; tiene que ver con el desarrollo y
la adaptaci�n, no con el bien y el mal. La tendencia al crecimiento, pues, es
esencialmente una tendencia biol�gica hacia la supervivencia y la satisfacci�n
de las propias necesidades en el ambiente social complejo. Funciona como parte
de un proceso dial�ctico de restablecimiento constante del
equilibrio entre un organismo y su ambiente siempre cambiantes, y al
hacerlo, aumenta el bienestar del organismo. Los seres humanos, adem�s de estar
orientados hacia el crecimiento, tiene la capacidad de elegir y esto es lo que
determina, en �ltimo t�rmino, si sus acciones son buenas o malas (p. 96-97).
Inclusive,
en el libro La Persona Como Centro, escrito por Carl Rogers y Rachel Rosenberg, aclaran el punto de la siguiente manera:
La
confianza depositada en el ser humano, en un enfoque en el que el centro es la
persona, se refiere por tanto al ser entero. No es el resultado de una visi�n
ilusoria, enaltecedora del hombre como �esencialmente bueno�, como inclinado a
la virtud, si no resultase perniciosa la influencia social. Es m�s bien una
desmitificaci�n de la polaridad malo-bueno, con la observaci�n de que los
rasgos o las expresiones personales asumen su valor en funci�n de la meta a que
se dirigen. Ni el altruismo ni la agresividad constituyen desde este punto de
vista se�ales de virtud o de pecado, de salud o de enfermedad, pues cualquiera
de ellos puede ser el medio utilizado para crecer o crear, o para destruir o
dominar. Se considera al hombre como su propio patr�n y como juez de sus acciones,
porque su meta fundamental es la autorrealizaci�n plena, que intentar� lograr a
lo largo de toda su vida. Es lo que lo llevar� a comportamientos �inadecuados�
para su bienestar personal, si no tuviese condiciones - externas o internas-
para valerse libremente de su capacidad de experimentar el mundo" (Rogers
& Rosenberg, 1977/1981, p. 21).
Por lo tanto, hay que considerar
la tendencia actualizante como una fuerza del
organismo, pero que la adaptaci�n social del mismo tendr� relaci�n con la
interacci�n constante con el entorno, y, por lo tanto, no se explica de forma
unidireccional, sino relacional.
Comentarios finales
La tendencia actualizante
es el concepto fundamental en la obra de Carl Rogers, que implica la confianza
b�sica en que las personas se orientan hac�a el crecimiento y la posibilidad de
realizar sus capacidades, de adaptarse al entorno, autorregularse, autodirigirse, etc.
Este concepto es m�s bien una tendencia, no
un estado que alcanzar, la realizaci�n de las capacidades depender� de diversos
factores, como las condiciones ambientales, relacionales y de las decisiones
que tome cada individuo, es decir, no es una mirada determinista.
Si bien es un concepto conocido dentro del
enfoque centrado en la persona, suele no revisarse en detalle, lo que genera
simplificaciones, generalizaciones o incluso distorsiones a su
conceptualizaci�n. Por lo mismo, puede ser importante seguir profundizando este
tema, por ejemplo, a trav�s de investigaciones documentales, que puedan hacer
una revisi�n hist�rica y m�s exhaustiva de este tema, tambi�n generar un
dialogo con autores contempor�neos del enfoque, que desarrollen nuevas l�neas
de comprensi�n a esta noci�n. En t�rminos m�s aplicados, resultar�a interesante
saber c�mo los profesionales de este enfoque consideran esta noci�n en su
pr�ctica cotidiana.
Las comprensiones te�ricas,
redefiniciones, o revisiones de conceptos, no se agotan, ya que constantemente
se pueden revisar, estudiar, resignificar, y esto es un desaf�o constante para
los profesionales del enfoque centrado en la persona.
Referencias
Castelo
Branco, P. (2022). An�lise das teorias
da personalidade e da psicoterapia de Carl Rogers.
Gerais, 15(1): e17445
Greenberg, L., Rice, L., & Elliott, R. (1996). Facilitando el cambio emocional.
Paid�s
Guedes, R., & Lopes,
J. (2022). La expresi�n creativa y el enfoque centrado en la persona: en busca
de la construcci�n del s� mismo. Espacio ECP, 3(1), 05-26.
Lafarga, J. (2010). �Qu� es el Desarrollo
Humano en M�xico? INIDH.
Rogers,
C. (1942/1978). Orientaci�n Psicol�gica y Psicoterapia. Narcea.
Rogers,
C. (1946/1994). Aspectos significativos da terapia centrada no cliente. En J.
Wood, et al. (Org.), Abordagem
centrada na pessoa. Companhia
Ilimitada.
Rogers,
C. (1951/1981). Psicoterapia centrada en el cliente. Pa�dos.
Rogers,
C. (1957). The necessary
and sufficient conditions
of therapeutic personality change. Journal of Consulting Psychology, 21,
95-103.
Rogers,
C. (1959/1985). Terapia, personalidad y relaciones interpersonales.
Nueva Visi�n.
Rogers,
C. (1961/1964). El proceso de convertirse en persona. Pa�dos.
Rogers,
C. (1977/1980). El Poder de la Persona. El Manual Moderno.
Rogers,
C. (1980/1986). El camino del ser. Kair�s.
Rogers,
C. & Kinget (1962/2013). Psicoterapia y
Relaciones Humanas. Juan Pablos
Rogers,
C. & Rosenberg, R. (1977/1981). La persona
como centro. Herder.
Rogers,
C. & Wallen, J. (1946). Counseling
with returned servicemen. McGraw-Hill.
Silva,
G. (2006). La tendencia actualizante: La sabidur�a
impl�cita y el poder de un proceso autopropulsado. Obtenido de https://onx.la/7c4c4.
Declaraci�n de autor�a y financiamiento.
El texto presentado corresponde a
una adaptaci�n de un extracto de la tesis doctoral del autor, que actualmente
est� realizando en la Universidad Motolin�a del
Pedregal. Cabe destacar que esta investigaci�n doctoral ha sido parcialmente
financiada mediante una beca otorgada por la World Association for Person Centered & Experiential Psychotherapy & Counseling. A la vez, tambi�n es apoyada por la
organizaci�n Espacio ECP - N�cleo de Estudios y Formaci�n en Terapia Centrada
en la Persona.
Curriculum:
Psic�logo cl�nico, psicoterapeuta y
supervisor cl�nico; magister en educaci�n universitaria; especialista en
terapia centrada en la persona, diplomados y post�tulos
relacionados con la psicolog�a cl�nica y psicoterapia humanista. Director de
Espacio ECP - N�cleo de Estudios y Formaci�n en Terapia Centrada en la Persona;
acad�mico en Universidad San; director �rea de investigaci�n FAHdeA; docente en diplomados y formaciones relacionadas
con el enfoque centrado en la persona. Ha publicado art�culos y cap�tulos de
libro sobre el enfoque centrado en la persona.
Correo de contacto:
Fecha de entrega: 17/09/24
Fecha de aceptaci�n: 30/01/254
Enlaces de Referencia
- Por el momento, no existen enlaces de referencia